Fortaleza de Belogradchik

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Durante los siglos I al III d.C., a medida que el imperio romano expandía su red de carreteras a través de la península balcánica, también erigieron fortalezas para vigilarlas. Aprovechando el paisaje natural, los romanos utilizaron el punto más alto de esta colina, lo que solo les requería construir dos muros. Durante el siglo XIV, la fortaleza se amplió y reforzó. En 1396, los otomanos conquistaron la recién renovada fortaleza y la reconstruyeron para albergar una guarnición que reprimiera cualquier revuelta búlgara. Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar de esta pintoresca combinación de belleza natural y arquitectura histórica mientras recorren tres patios separados en su camino hacia el punto más alto, conocido como la Primera losa, para disfrutar de hermosas vistas del paisaje circundante.