Aarburg

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Aunque la fortaleza en Aarburg se documentó por primera vez en 1123, es probable que la ciudad misma no se fundara hasta principios del siglo XIV. Debido a su proximidad a las ciudades de Olten y Zofingen, Aarburg siguió siendo un pequeño asentamiento subsistiendo principalmente de los aranceles comerciales y el tráfico fluvial hasta el siglo XVII. En el siglo XIX, con la construcción de una fábrica textil y una estación de tren, Aarburg se convirtió en una próspera ciudad industrial, incluso erigiendo una nueva iglesia neogótica en la década de 1840. Hoy en día, el casco antiguo, que se adentra en el río Aare sobre un promontorio rocoso, ofrece a los visitantes un lugar tranquilo para pasear y disfrutar del encanto alpino. El icónico castillo que se alza sobre el pueblo es actualmente una escuela para delincuentes, pero ofrece visitas públicas a las 2:00 PM los sábados durante la primavera y el verano.