Netherlands
Esta clásica finca ha preservado las vidas privadas y los gustos individuales de sus muchos dueños de sangre azul.
Construido en 1680 en el sitio de un castillo medieval, el Castillo de Amerongen es uno de los mejores ejemplos del estilo clasicista holandés del país. A lo largo de los siglos, las familias nobles, diplomáticos y oficiales militares dejaron su huella en la finca, culminando con su último residente: el emperador alemán Wilhelm II, quien huyó aquí después de la Primera Guerra Mundial. Hoy en día, el castillo alberga un museo donde los visitantes encontrarán habitaciones opulentamente ornamentadas con trabajos de madera dorada y vibrantes pinturas, una biblioteca tranquila y acogedora, y excepcionales ejemplos de la artesanía holandesa, como los famosos gabinetes del siglo XVII hechos por el ebanista Jan van Mekeren, sin mencionar una de las 3 bibliotecas de música noble en el país. En el extenso jardín, los visitantes pueden disfrutar de varios siglos de estilos de jardinería, con influencias de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco brillando a través. Para planificar tu visita, consulta el sitio web del castillo en https://www.kasteelamerongen.nl
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