Valle Salado de Añana

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Hace unos 200 millones de años, esta zona estaba bajo las aguas de un vasto mar. Los movimientos tectónicos llevaron al desarrollo de este ‘valle salado’. Aunque al principio se hervía la salmuera para extraer la sal, los romanos introdujeron la técnica de dejar que el agua se evaporara en las salinas. Estas salinas todavía se utilizan hoy en día y abarcan casi 22 kilómetros cuadrados. Las terrazas están construidas de piedra, madera y arcilla, con canales de madera que utilizan la gravedad para transportar el agua salada. Aunque la industria se estancó durante el siglo XX, el valle está trabajando para preservar no solo el paisaje, sino también la arquitectura, la industria de la sal y sus tradiciones. Hoy en día, los visitantes son bienvenidos para tocar la salmuera y aprender el antiguo oficio de hacer sal de primera mano en el ecosistema único de este sitio tentativo de la UNESCO.