Berchtesgaden

Sobre

Rodeado de picos elevados, vastos parques y el lago más profundo de Alemania, este pueblo alpino es innegablemente hermoso. Cuando la región fue anexada por Baviera a principios del siglo XIX, Berchtesgadener se volvió instantáneamente popular entre la familia real. El castillo es una línea de tiempo arquitectónica, donde en lugar de renovar, se agregaron múltiples extensiones en el estilo de la época. Hoy en día, el Duque Franz de Baviera usa el castillo como residencia de verano. Hitler había estado de vacaciones en Berchtesgadener desde la década de 1920, y estaba tan enamorado del área que compró una casa con vistas al pueblo, y recibió el Nido del Águila cercano como regalo de cumpleaños. Caminar por las calles estrechas y sinuosas del pueblo, bordeadas de casas en tonos pastel, es una experiencia en sí misma, pero en una región famosa por sus depósitos de sal desde el siglo XII, el recorrido por la mina de sal, con su único tobogán subterráneo, debería estar en la lista de cosas por hacer de todo aventurero.