Braga

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Hogar de más de treinta iglesias, Braga ha sido la capital religiosa de Portugal desde el siglo XII. Gracias a los ricos arzobispos, una remodelación arquitectónica que comenzó en el siglo XVI transformó la ciudad de una ciudad medieval en una maravilla barroca, ganándose el apodo de “la Roma de Portugal”. Hablando de Roma, la última reliquia romana que queda en la ciudad es la Fuente del Ídolo, un santuario cubierto de runas celtas del siglo I que una vez fue parte de un antiguo complejo de templos. Quizás lo más icónico sea el Bom Jesus do Monte en la colina. Completada en 1811, la basílica barroca se accede por una escalera serpenteante bordeada de grutas, fuentes y jardines conocida como el Camino Sagrado. Desde la cima de la colina de la catedral, los visitantes son recompensados con una vista panorámica de Braga. Cerca se encuentra la otra iglesia en la colina de Braga, el Santuario de Sameiro del siglo XIX, un monumento neoclásico con amplios terrenos abiertos.