Nicaragua
Completamente libre de vegetación, las laderas negras de este volcán activo contrastan fuertemente con la vegetación circundante.
Apareciendo por primera vez en 1850, el Volcán Cerro Negro es el más joven de Centroamérica. Cerro Negro ha erupcionado frecuentemente en su corta vida, con una erupción en 1999 que dejó un amplio borde de rocas negras y cenizas en la base de su pendiente. A pesar de tener solo 500 metros de altura, la empinada pendiente resulta una caminata difícil, requiriendo buen calzado y mucha agua. Desde la cima, puedes asomarte al cráter y contemplar el paisaje circundante. Para los buscadores de adrenalina, la verdadera recompensa viene en el descenso. Una de las caras, que es demasiado empinada para escalar, ofrece un emocionante deslizamiento y carrera por las laderas de arena negra. ¡Incluso puedes inscribirte para hacer 'volcano-boarding'!
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