Comitán

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Originalmente un asentamiento maya conocido como Balún Canán, los españoles construyeron su propia ciudad sobre el sitio y la renombraron Comitán. A medida que la ciudad creció a lo largo de los siglos, logró preservar su núcleo colonial y su ambiente pintoresco, lo que la ha convertido en un popular destino de vacaciones entre los nacionales mexicanos. Las iglesias coloniales son particularmente encantadoras, como el Templo de Santo Domingo del siglo XVII, con su arquitectura de inspiración morisca y su fachada color durazno. El imponente Templo de San José es una inusual mezcla de neogótico y barroco, adornado en un caprichoso blanco, mientras que la vívida Iglesia de San Caralampio de color naranja se encuentra en lo alto de una escalera de ladrillos en forma de tablero de ajedrez. Para aquellos que buscan sumergirse más en la historia de la ciudad, el Museo de Arqueología de Comitán exhibe una pequeña colección de artefactos mayas, mientras que la Casa Museo Doctor Belisario Domínguez honra la vida del médico de principios del siglo XX que da nombre a la ciudad.