Fort Breendonk

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Construido justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial como parte de un perímetro defensivo alrededor de Amberes, el fuertemente fortificado Fort Breendonk fue ignorado durante la Gran Guerra y ya era obsoleto cuando los alemanes invadieron Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial. Los nazis convirtieron el fuerte en un campo de prisioneros y lo pusieron bajo el control de las SS. Los prisioneros fueron tratados con brutalidad, con el comandante del campo a menudo lanzando a su pastor alemán contra ellos, su esposa impartiendo castigos a capricho y los guardias del campo obligando a los prisioneros a sostener una pala en el foso hasta que se ahogaran. Se estima que solo el 10% de los prisioneros sobrevivieron a la guerra. Hoy en día, el sitio es quizás el campo de prisioneros nazi mejor conservado, donde los visitantes pueden ver la cámara de tortura original, la horca, los barracones y otras estructuras. En este memorial, los visitantes aprenderán sobre los horrores que sufrieron los prisioneros del campo a través de películas, fotografías, artefactos y una emotiva audioguía.