Castillo de Gradara

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En una colina con vistas al mar Adriático por un lado y a los valles por el otro, este castillo del siglo XI, con su posición estratégica, lo convirtió en uno de los principales escenarios para las turbulentas disputas entre las familias Malatesta y Montefeltro. Este conflicto de larga data solo terminó después de que el control del castillo pasó a manos de la familia Sforza. La paz en el castillo también podría atribuirse en parte a Dante, quien lo convirtió en el escenario de la historia de Paolo y Francesca, convirtiéndolo para siempre en un símbolo de amor. Hoy en día, todo el complejo del castillo es un museo, lleno de pinturas, muebles y otros artefactos de la época, como ropa. Asegúrate de caminar por la muralla para disfrutar de las vistas panorámicas del campo italiano.