Gyor

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Ha ganado un premio europeo por la protección de su patrimonio histórico, en particular por la reconstrucción de su centro barroco. Iglesias, palacios, museos, balcones característicos de esquina y callejones estrechos son todos recordatorios encantadoramente vívidos de la larga y variada historia de la ciudad. La Catedral del Obispo en la Colina de Káptalan, aunque tiene un hermoso exterior, alberga algunos objetos sagrados fascinantes en su interior. De manera destacada, el relicario de Ladislao I, que contiene el cráneo del reverenciado rey santo húngaro del siglo XI. Gyor también posee quizás la plaza barroca más hermosa de Hungría, Bécsi kapu tér (Plaza de la Puerta de Viena), con cada casa siendo un edificio histórico. Seguir la calle Király utca, una calle llena de las ventanas de bahía barrocas características de Gyor, te lleva a la plaza principal de la ciudad desde el siglo XIV, la Plaza Széchenyi. Esta también está llena de edificios barrocos y fue el sitio de la ciudad romana Arrabona. La iglesia benedictina barroca del siglo XVII merece una exploración, aunque solo sea por las pinturas en el techo del santuario y la nave pintadas por Paul Troger.