La Roque-Gageac

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Un tranquilo pueblo medieval de pescadores y comerciantes, La Roque-Gageac ganó prominencia durante la Guerra de los Cien Años cuando los obispos de Sarlat construyeron su residencia en el borde del pueblo. Desde el siglo XII, los acantilados detrás del pueblo han sido fortificados con una torre de vigía en una cueva, que fue ampliada hasta el siglo XVII gracias a la posición estratégica del pueblo. Hoy en día, La Roque-Gageac es reconocido como uno de los pueblos más hermosos de Francia con sus hermosas casas de piedra dorada ubicadas entre acantilados empinados y un río tranquilo. Esencialmente inalterado durante siglos, el pueblo es una mezcla de encantadoras cabañas y grandes mansiones, intercaladas con vegetación tropical: los acantilados protegen al pueblo de las inclemencias del tiempo. La fortaleza que defendió contra los invasores, sin embargo, es visible pero inaccesible, se cerró después de un derrumbe.