Leiria

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Según una popular rima portuguesa, Leiria tiene un río que fluye cuesta arriba, una torre que no tiene catedral, una catedral que no tiene torre, y una calle principal que no es recta. Construida al pie de un promontorio que ha estado fortificado desde tiempos moriscos, el castillo de la ciudad, dramáticamente situado, ofrece a los visitantes vistas impresionantes de las estrechas calles y los techos de tejas rojas del centro histórico, construido a lo largo de las curvas suaves del Río Lis. El centro histórico alberga la iglesia del siglo XII de São Pedro y una catedral con obras de arte del siglo XVII. La Praça Rodrigues Lobo ofrece a los visitantes excelentes vistas del castillo y un lugar pintoresco para disfrutar de la cocina local. El bosque de pinos circundante es cortesía de Dom Dinis, el rey poeta, quien plantó los árboles para controlar las dunas de arena móviles y proporcionar madera de calidad para la construcción de barcos.