Palacio de Linderhof

Sobre

El palacio y el parque circundante forman una de las estructuras del siglo XIX más artísticas y estilísticamente coherentes que se pueden ver hoy en día. Esta residencia real es el único palacio que el 'Rey Loco' vivió para ver completado y en el que pasó más tiempo residiendo. Decorado en estilo rococó, se pueden encontrar dorados, tapices y adornos ornamentados por todas partes. El sonido de las mandíbulas cayendo al suelo a menudo se escucha cuando los visitantes descubren que este mundo de fantasía y exuberancia incluye una gruta artificial iluminada que rodea un pequeño lago, en el que flota un bote en forma de concha rodeado de guirnaldas de flores. Además del palacio, hay hermosos jardines formales con una fuente en el centro alimentada por una cascada artificial que desciende por la ladera de la montaña. Aunque igual de decadente, Linderhof es el más pequeño de los creaciones de Ludwig, y las visitas guiadas duran solo treinta minutos, lo que lo convierte en la parada ideal en cualquier viaje.