Lourdes

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Habitada desde la época romana, la tranquila ciudad montañosa existió en relativa oscuridad durante siglos, siendo más conocida por el castillo fortificado que se eleva sobre la ciudad desde un escarpe rocoso. Todo eso cambió en 1858, cuando Bernadette Soubirous, de 14 años, fue visitada por la Virgen María 18 veces en una gruta rocosa. El Vaticano reconoció las visiones y beatificó a Bernadette en 1933. Hoy en día, es el tercer sitio de peregrinación más visitado en todo el cristianismo, lo que convierte a la ciudad en el segundo destino más popular de Francia. Una experiencia única independientemente de la fe, la catedral neobizantina preside sobre los visitantes que acuden a la gruta y se bañan en las aguas curativas del lugar. Al otro lado de la ciudad, el château fort de Lourdes ha conservado elementos que datan del siglo XI y ofrece a los visitantes excelentes vistas junto con el Museo Pirenaico, que presenta las colecciones más importantes sobre la historia de los Pirineos franceses y españoles.