Mdina

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Fundada en el siglo VIII, Mdina fue la capital de Malta desde la antigüedad hasta la época medieval y ahora se ha convertido en un tranquilo refugio de gran importancia histórica. Ubicada en la cima de una colina con impresionantes vistas de Malta y rodeada por altas fortificaciones de bastión, la ciudad es un tesoro bien conservado lleno de edificios centenarios. Un foso que rodea las murallas del bastión ha sido transformado en un encantador jardín público, y las calles dentro de la ciudad están pavimentadas con grandes piedras y adoquines. Escucha el sonido del clip-clop de los carruajes tirados por caballos mientras exploras la impresionante Catedral de San Pablo y las capillas que bordean las estrechas calles. Para disfrutar de magníficas vistas de la parte oriental de Malta, dirígete al bastión en Triq is-Sur, un lugar pacífico para disfrutar de la tranquilidad y el paisaje de la ciudad. Cerca de la Puerta Principal, encontrarás las Mazmorras de Mdina, un intrigante museo que exhibe pasajes subterráneos, cámaras y celdas que recrean los oscuros eventos que ocurrieron dentro de estos muros a lo largo de las décadas.