Medias

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Fundada por los romanos, la ciudad fue repoblada por los sajones en el siglo XIII. Al igual que la mayoría de las otras ciudades de Transilvania, los 33 gremios sajones construyeron fuertes fortificaciones que mantuvieron y defendieron. El núcleo histórico de la ciudad se ha preservado hasta el día de hoy gracias a su efectividad. Dominando el centro de la ciudad, la iglesia fortificada de Santa Margarita fue erigida en el siglo XV, y una vez se utilizó para encarcelar a Vlad el Empalador. Con el paso de los años, recibió algunas actualizaciones estilísticas y ahora cuenta con un colorido órgano barroco que acompaña a sus hermosos retablos góticos, frescos del siglo XV y una colección de artefactos de bronce del siglo XIV y alfombras orientales. Otra reliquia de las fortificaciones medievales es la Torre del Trompetero del siglo XV, que una vez se utilizó como mirador y recibió un reloj que muestra las fases de la luna en 1880.