Moule-a-Chique

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Perchado en el extremo sur de la isla, Moule-a-Chique ofrece un panorama impresionante de la costa escarpada de Santa Lucía, adornada con bahías en forma de media luna y acantilados de piedra caliza custodiados por cactus resistentes. Un punto destacado único es el Faro de Vigie, construido en 1914, que una vez sirvió como una luz guía durante las numerosas batallas entre las fuerzas francesas y británicas que se desarrollaron en la isla. Situado a una altura de 740 pies sobre el nivel del mar, el Faro de Moule-a-Chique, construido en 1912, reclama con orgullo el título del segundo faro más alto del mundo. Como testigo de la historia, el faro exhibe cañones utilizados en conflictos navales pasados, ofreciendo a los visitantes un vistazo al rico y tumultuoso pasado de la isla. Al pasar el faro y aventurarse hacia el borde del acantilado, se despliega un magnífico horizonte, revelando puntos de referencia distantes como St. Vincent y los icónicos Pitons.