Árbol Nakayima

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El Árbol Nakayima fue plantado por Nakayima, la esposa del gobernante Bacwezi que reinó en la región entre hace 450 y 600 años. Según la leyenda, Nakayima era poseída por el espíritu de su esposo para que él pudiera comunicarse con su comunidad. También se dice que tenía poderes curativos místicos, y curaba a las personas de enfermedades que los herbolarios no podían tratar, incluyendo la restauración de la salud de las víctimas de viruela. Por esto, fue nombrada la "Diosa de la Viruela", y después de su muerte, se dice que su espíritu se asentó en el árbol para seguir sanando los males de la comunidad. Se dejan regalos que van desde granos de café hasta ollas de cerámica y animales junto a las gruesas raíces contrafuertes o en los huecos del árbol por personas que buscan la ayuda de la diosa.