Necrópolis de la Banditaccia

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Un testimonio de las habilidades de planificación urbana de los etruscos, incluso sus cementerios fueron mapeados de manera experta. Este extenso complejo comenzó hace 3000 años cuando la sociedad etrusca estaba apenas comenzando a florecer. Estas primeras tumbas eran solo pequeños pozos donde se guardaban las cenizas de los muertos. Durante los siguientes 600 años, la ciudad se expandió, y las tumbas se volvieron más sofisticadas. Se pasó a construir montículos funerarios, a menudo tallados en piedra, e incluso se añadieron calles en el siglo VI a.C. Los miembros más importantes de la sociedad fueron enterrados en filas de tumbas cuadradas a lo largo de las dos calles principales de la necrópolis. Toda el área ha sido dedicada como Patrimonio Mundial de la UNESCO, ya que algunas de las estructuras representan tipos de edificios que ya no existen en ningún otro lugar. Algunas tumbas están modeladas según las casas etruscas, y sus frescos que representan la vida diaria son un testimonio único de esta cultura desaparecida.