New Lanark

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Los molinos de algodón en New Lanark fueron fundados en 1786 y utilizaron algunas de las tecnologías industriales más avanzadas de la época. Sin embargo, los trabajadores vivían en la miseria mientras los propietarios del molino intentaban exprimir la mayor cantidad de ganancias posible de la instalación. Todo esto cambió a principios del siglo XIX cuando Robert Owen compró los molinos y los reurbanizó según sus ideales utópicos. Este ambicioso proyecto vio la construcción de viviendas decentes y espacios abiertos, pero lo más importante, Owen proporcionó salarios justos, atención médica gratuita y un nuevo sistema educativo, sin mencionar la primera guardería en el lugar de trabajo del mundo. Hoy en día, los espacios abiertos del pueblo y su pintoresca ubicación junto al río proporcionan un lugar agradable para pasear. Los visitantes también pueden hacer una visita guiada única para aprender cómo era la vida de los trabajadores, entrar en el molino para aprender sobre el proceso de producción y dirigirse a la casa de Robert Owen para aprender sobre el hombre mismo.