Mexico
El corazón de esta vibrante ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está lleno de hermosos edificios coloniales a prueba de terremotos, incluyendo quizás la iglesia más lujosa del Nuevo Mundo.
Aunque el valle de Oaxaca ha sido habitado durante miles de años, la moderna Oaxaca de Juárez se estableció en 1521 por conquistadores españoles en busca de la fuente del oro azteca. Desde entonces, la ciudad ha crecido hasta convertirse en la capital del estado, pero a pesar de su tamaño, aún conserva sus encantos históricos en su centro declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Muchos de los 1,200 monumentos históricos de la ciudad fueron construidos bajos con paredes gruesas para resistir los muchos terremotos que sacuden la región, mientras que siguen siendo ricamente adornados. Mientras la plaza central está bordeada de encantadores edificios con arcadas que albergan cafés al aire libre, el orgullo de Oaxaca es el Templo de Santo Domingo del siglo XVI, que tiene una hermosa fachada barroca, y un interior completamente cubierto de relieves dorados en espiral y figuras pintadas. El monasterio adyacente ahora alberga uno de los mejores museos de México, con exposiciones que cubren desde artefactos prehispánicos hasta cocina tradicional, y los claustros ahora rodean un jardín botánico dedicado a la flora local.
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