Palacio de Fontainebleau

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Comenzando como un pabellón de caza medieval, Francisco I realizó una renovación completa en el siglo XVI en un intento de crear una ‘Nueva Roma’. Trayendo a los mejores artesanos de la época, mezclaron estilos italianos y franceses para crear la ‘Primera Escuela de Fontainebleau’. A lo largo de los siglos, los gobernantes del país continuaron ampliando el palacio, hasta Napoleón III, culminando en el palacio de 1900 habitaciones que conocemos hoy, donde cada pulgada está ricamente decorada con paneles de madera, estuco dorado, frescos, tapices y pinturas. La gloriosa Capilla de la Trinidad acogió la boda de Luis XV y el bautizo de Napoleón III. La esposa de Napoleón tuvo cuatro salas de dibujo creadas para albergar su colección de arte asiático. Incluso hay un dormitorio dorado creado para María Antonieta, aunque nunca lo usó. Las diversas alas crearon cinco patios de formas irregulares, el más antiguo de los cuales es el Patio Oval donde se puede encontrar el único remanente de la estructura medieval original.