Cascada de Ribeira Quente

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La cascada Ribeira Quente, ubicada en el pequeño pueblo del mismo nombre, cae desde montañas de laderas empinadas que rodean la localidad en una muestra de maravilla natural pura. Cayendo desde una altura de aproximadamente 10 metros en una piscina de aguas cristalinas, la cascada se encuentra en una pequeña garganta que ha sido excavada por sus aguas a lo largo de los siglos. Alrededor del área hay una exuberante vegetación, característica del extenso bosque de Laurisilva de Azores. Los manantiales termales en la isla le dan al agua una composición química única, y las caídas están rodeadas de formaciones rocosas volcánicas que proporcionan una barrera natural y un ambiente tranquilo. Ubicado a un corto paseo desde un área de estacionamiento, esta parada es una excelente oportunidad para fotos y para respirar el aire de São Miguel.