Santo Domingo de la Calzada

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Situado a orillas del río Oja, Santo Domingo de la Calzada marcaba un punto importante y arduo para los peregrinos a lo largo de la Ruta Francesa hacia Santiago de Compostela. Comprometido a facilitarles el cruce de este difícil terreno, Domingo de la Calzada primero construyó un puente sobre el río Oja para facilitar el paso, seguido de un hospital y un hotel. También comenzó la construcción de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, que ahora sirve como su lugar de descanso final. Después de su muerte, sus seguidores mantuvieron el pueblo, que luego tomó su nombre, y continuaron su trabajo. Hoy en día, un gran número de habitantes de Santo Domingo de la Calzada aún viven dentro del casco antiguo parcialmente amurallado. Su red de estrechas calles medievales es el escenario perfecto para un paseo vespertino mientras exploras la historia de esta pintoresca pero significativa ciudad española.