Sardis

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Asentada durante milenios, Sardis alcanzó prominencia en los siglos VII y VI a.C. cuando fue la capital del imperio lidio. El oro del río cercano la convirtió en la ciudad más rica del mundo. No solo inventaron la moneda, sino que Creso, el último rey lidio, financió el Templo de Artemisa en Éfeso, que se convirtió en una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. La ciudad continuó prosperando bajo el dominio romano, durando lo suficiente como para ser mencionada en el Libro de Apocalipsis. Hoy en día, las ruinas de Sardis presentan una fascinante línea de tiempo arqueológica, comenzando con las tiendas de propiedad judía del siglo IV y la sinagoga más grande del Mediterráneo. También encontrarás el gimnasio helenístico restaurado, casas romanas y, a aproximadamente 1 km de distancia, los restos del Templo de Artemisa y una iglesia cristiana primitiva.