Sesimbra

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Cuando Alfonso I, el primer rey de Portugal, capturó un castillo moro en 1165, fundó la ciudad de Sesimbra en la cima de una colina que domina una bahía protegida. Aunque el castillo volvió a caer en manos moras en 1191, fue recapturado en el siglo XIII y donado a la Orden de Santiago para su defensa y asentamiento. Fue restaurado en el siglo XVIII y ahora es un lugar esencial para visitar por su maravillosa vista de la ciudad y el mar. Los mares amigables ofrecieron una abundancia de mariscos, persuadiendo a la población a asentarse en la ladera, convirtiendo esta ciudad en uno de los principales puertos pesqueros de la región. Un popular lugar de escapada para los portugueses, la excelente cocina local, especializada en mariscos y pescado fresco, no puede pasarse por alto.