Singaraja

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Singaraja fue la capital colonial holandesa de Bali y sigue siendo un centro administrativo clave hasta el día de hoy. Las amplias calles arboladas de Singaraja aún tienen un distintivo aire colonial, y la ciudad es uno de los pocos lugares en Bali donde todavía se pueden encontrar rastros del dominio holandés, así como influencias chinas e islámicas. En el Palacio Real de Puri Singaraja, del siglo XVII, puedes admirar el hermoso arte y la arquitectura balinesa en una visita guiada mientras aprendes sobre la familia real (que aún vive allí). Otro relicto del rico pasado de la ciudad son los templos budistas chinos de Ling Gwan Kiong, un colorido conjunto de 1873 que todavía está en uso hoy en día. También vale la pena pasear por la zona portuaria circundante, donde encontrarás almacenes históricos y muchos lugares para detenerte a disfrutar de comida local.