Abadía de Solesmes

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Con una historia que se remonta a 1010, esta abadía benedictina tuvo sus altibajos a lo largo de su larga historia. Aunque se incendió una vez, la mayor crisis ocurrió después de la Revolución Francesa. El gobierno prohibió toda actividad religiosa y ordenó el cierre del monasterio. Los monjes que resistieron fueron enviados a Jersey, una isla en el Canal de la Mancha. Pasaron otros 40 años antes de que la vida monástica benedictina pudiera ser restaurada, siendo una de las primeras en Francia en hacerlo. El monasterio nunca se recuperó por completo, ya que varias partes de él fueron destruidas. Los visitantes pueden disfrutar viendo la imponente silueta de la abadía, aunque solo la iglesia está abierta para visitas. El transepto de la iglesia contiene representaciones expertamente talladas del Entierro de Cristo y episodios de la vida de la Virgen, que se consideran obras maestras del Renacimiento francés.