Tartu

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Fundada en el siglo V, Tartu creció hasta convertirse en un importante centro comercial y capital regional en la Baja Edad Media. Después de capturar la ciudad en 1625, el rey sueco Gustavo Adolfo fundó la Universidad de Tartu 7 años después. Hoy en día, la gran población estudiantil de la Universidad infunde una pasión juvenil en las encantadoras calles de Tartu, un sentimiento conmemorado por una estatua de estudiantes besándose en el corazón de la plaza del pueblo. Explorando el compacto centro de la ciudad, los visitantes se ven sorprendidos por una variedad de arquitecturas llamativas, desde el conjunto clasicista de la Universidad hasta distritos de encantadoras casas de madera. En el Museo Nacional de Estonia, el museo más moderno de los países bálticos y escandinavos, los visitantes pueden aprender sobre la historia del país en una rampa de vidrio de 350 metros que se eleva desde la pista de un antiguo aeródromo soviético. El Centro de Ciencia AHHAA es igualmente grande y moderno, lleno de exhibiciones prácticas y talleres, donde los visitantes pueden experimentar la alegría del descubrimiento.