Tiddis

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Tiddis fue construida en una meseta empinada al norte de Cirta para servir como castellum, o pueblo fortificado, por los romanos en el siglo III d.C. La posición en la ladera de Tiddis obligó a los romanos a adaptar su planificación urbana habitual a las curvas del sitio, y a depender en gran medida de las terrazas. La otra peculiaridad de la ciudad era que no tenía fuente de agua, y en su lugar dependía de un enorme sistema de cisternas y canales para capturar y almacenar agua de lluvia. Después de pasar por varias tumbas circulares, el camino romano adoquinado conduce al arco de entrada, donde aún se puede ver dónde se colgaba y cerraba la puerta. Desde aquí, las calles conducen más allá de los cimientos de casas, santuarios a los dioses romanos Ceres, Vesta y Mitra, y posteriormente baptisterios cristianos. Lo más destacado es sin duda la Villa de los Mosaicos, que muestra las cisternas características de Tiddis, así como los restos de mosaicos, una prensa de aceite de oliva y baños que luego fueron reutilizados como alfarería.