Tulcán

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Tulcán entró por primera vez en los libros de historia cuando resistió con éxito la conquista inca, aunque rápidamente cayó ante los conquistadores españoles en el siglo XVI. El asentamiento más importante de la región durante la era colonial, esta bulliciosa capital provincial cerca de la frontera con Colombia sigue siendo un centro clave para el comercio. Las estrechas calles peatonales de la ciudad, amplias avenidas y espacios verdes a veces se comparan con ciudades del Viejo Mundo como París, aunque sin muchos puntos de referencia reales, con una excepción especial: su cementerio. En 1936, José María Azael Franco, el cuidador del cementerio, comenzó a dar forma a los arbustos en los terrenos, y para el momento de su muerte en 1985 había creado el mejor jardín de topiarios del Nuevo Mundo. Con arcos clásicos y formas geométricas, animales y símbolos incas, las muchas esculturas vivientes aquí hacen que el cementerio sea 'tan hermoso que invita a morir'.