Liechtenstein
La diminuta capital del diminuto Liechtenstein es tranquila, limpia e irónicamente tiene un museo de sellos postales.
El pequeño Liechtenstein, rodeado de montañas, es uno de los países más ricos del mundo, y se nota en las calles impecablemente limpias de la capital. A orillas del Rin en un valle alpino, Vaduz está coronada por el castillo almenado del príncipe heredero. El centro de la ciudad mezcla lo antiguo y lo nuevo, con tiendas de artículos de lujo libres de impuestos junto a la arquitectura clásica. Una oportunidad imperdible para los viajeros competitivos, la única forma de obtener un sello en el pasaporte es visitar en persona el Centro de Liechtenstein. Para los verdaderamente dedicados, el Museo de Sellos Postales muestra la historia postal del país y permite a los visitantes comprar sellos y postales para presumir ante sus amigos. La Familia Real tiene una de las colecciones privadas más antiguas y completas de Europa y la alberga en un museo moderno. Para obtener un verdadero sabor de la cultura de Liechtenstein, un recorrido y degustación en la bodega del príncipe debería estar en la lista de tareas pendientes de todo visitante.
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