Iglesia de Peregrinación de Wies

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Según la leyenda, en 1738 se vieron lágrimas en la estatua del Salvador Azotado. Para acomodar a las masas de peregrinos que acudían a ver la figura milagrosa, se erigió la Wieskirche. Hoy en día, el interior es considerado una de las mejores ejecuciones del estilo rococó en el mundo. El gran y vibrante retablo fue realizado por el pintor de la corte de Múnich, Balthasar August Albrecht, mientras que las estatuas de los cuatro patronos de la iglesia occidental: Jerónimo, Ambrosio, Agustín y Gregorio el Grande, fueron esculpidas por el escultor tirolés Anton Sturm. Desde los ricos frescos, hasta el estuco ornamentado, el dorado reluciente y el experto trampantojo en el techo, todo el interior de la iglesia es una expresión magistral de ingenio artístico ejecutado en el estilo más rico.