Amberg

Sobre

Ven a ver qué hace que Amberg sea un gran lugar para visitar. Muchos visitantes comienzan en lo que se considera el símbolo de la ciudad: la famosa puerta Stadtbrille del siglo XVI, donde los arcos semicirculares crean reflejos en el río para formar la ilusión de un par de gafas. Al adentrarse en la ciudad medieval, muchos visitantes se dirigen a la Marktplatz (la plaza principal), donde el ayuntamiento gótico se encuentra junto a edificios coloridos. No es raro en un día cálido encontrar a residentes y turistas sentados en la plaza disfrutando del sol. Esta pequeña ciudad, rica en cultura y tradición, tiene mucho que ofrecer, con su gran cantidad de iglesias, muchas de las cuales han sido restauradas, un fascinante sendero de esculturas, las murallas y puertas de la ciudad y, por supuesto, el hotel más pequeño del mundo, donde se dice que las parejas que pasan allí su noche de bodas vivirán felices para siempre y nunca se divorciarán.