Carlisle

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Carlisle era uno de los asentamientos británicos más fuertes cuando llegaron los romanos y utilizaron la ciudad para servir a los fuertes en la cercana Muralla de Adriano. A solo un paso de la frontera escocesa, Carlisle fue una importante fortaleza militar durante la Edad Media, cambiando de manos varias veces, e incluso su castillo fue utilizado para encarcelar a María, Reina de Escocia. La Revolución Industrial vio a Carlisle transformarse en una importante ciudad de molinos y ferrocarriles, y en el centro cultural y comercial de la región. Hoy en día, la ciudad sigue estando protegida por su castillo del siglo XI, donde puedes recorrer sus imponentes fortificaciones, ver las 'piedras de lamido' donde los prisioneros obtenían agua, o adentrarte en el Museo de la Vida Militar de Cumbria para aprender la historia de 300 años de los regimientos de la región. Después, dirígete a la Catedral, donde todavía puedes ver elementos de sus orígenes en el siglo XII junto a vitrales del siglo XIV y un techo pintado con estrellas, y el excepcional Tríptico Brougham flamenco del siglo XVI.