Kutna Hora

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Extensos depósitos de plata atrajeron a una multitud de colonos a Kutna Hora en el siglo XIII, y en pocas décadas, la ciudad se había convertido en la sede de la Casa de la Moneda Nacional Checa y el centro financiero del país. Esta riqueza financió una serie de elegantes edificios, desde casas burguesas hasta hermosas iglesias e incluso un palacio-colegio. Pasea por la calle medieval impecablemente conservada de Ruthardka e intenta identificar los detalles de la Columna de la Plaga o la sobredimensionada Fuente de Piedra. Elevándose sobre las calles adoquinadas, la Catedral de Santa Bárbara se erige como uno de los edificios religiosos más hermosos de Europa Central. Dedicada a la patrona de los mineros, la mezcla de arquitectura gótica y barroca es un testimonio revelador de sus 500 años de construcción. Justo al lado, el Colegio Jesuita, con sus jardines y galería de arte, es una atracción perfecta, llueva o truene. Pero el monumento más único de Kutna Hora se encuentra en las afueras de la ciudad. La Iglesia de Huesos, o Osario, exhibe un diseño interior revolucionario: huesos y nada más que los huesos de los muertos, desde el suelo de 'noughts and crosses' hasta el techo con candelabros.