El Valle de los Caídos

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Poco después de la Guerra Civil Española y en medio de la Segunda Guerra Mundial, el Generalísimo Francisco Franco encargó lo que él llamó “un acto nacional de expiación” para recordar a los caídos de ambos bandos. Casi 40,000 soldados nacionalistas y republicanos están enterrados aquí. Durante las dos décadas siguientes, prisioneros políticos fueron utilizados para construir este enorme monumento en una ladera rocosa. Bajo una cruz de 150 metros, la más grande del mundo, el dictador y su oponente político, José Antonio Primo de Rivera, están enterrados en tumbas sencillas en una basílica más grande que la de San Pedro en Roma. Considerado el principal ejemplo del estilo Neo-Herreriano español, un resurgimiento de la arquitectura de Juan de Herrera, esta versión distintivamente española de la arquitectura renacentista fue ampliamente utilizada en los edificios públicos de la España de posguerra. Al otro lado de la montaña, los sacerdotes de la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos rezan misas perpetuas por los soldados españoles caídos.