Desierto de los Leones

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El primer parque nacional de México está encantado por el convento abandonado de Desierto de los Leones, cuyas ruinas añaden un aire histórico al impresionante entorno natural. Aunque el Desierto de los Leones no es un desierto ni está lleno de leones, las plantas, flores y arbustos increíblemente crecidos añaden un elemento de fantasía y son reminiscentes de un pasado mítico. Ideal para un momento de meditación reflexiva, el entorno pacífico fue lo que atrajo a esta área a los monjes españoles. Finalmente abandonado en 1810, este convento y las áreas circundantes están llenos de todo tipo de vida silvestre e incluso de leyendas sobre lo sobrenatural. Asegúrate de llevar una chaqueta, ya que el ambiente fresco y brumoso solo añade al ambiente calmante del convento. ¡Y ten cuidado con las serpientes de cascabel!