Alcobaca

Sobre

Alcobaça era una pequeña aldea hasta el siglo XII cuando Dom Afonso Henriques, el primer rey de Portugal, donó tierras para construir la famosa Abadía Real de Santa Maria. El monasterio poseía una vasta área de tierra, que organizaron en aldeas y haciendas. También impulsaron la agricultura local al introducir nuevas técnicas y productos que se convirtieron en elementos básicos de la región. Modelado según la Abadía de Claraval, la sede de la Orden Cisterciense en Francia, el enorme Monasterio de Alcobaça es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Además de la impresionante arquitectura, el monasterio ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar el interior, incluida la cocina y las tumbas de los desafortunados Pedro e Inés.